LA TRISTEZA DEL ARO SAGRADO, Parte 1

Una Realidad Que Ignoramos

Fue unas horas después de su muerte que Leonard apareció en mi garaje, donde estoy de luto como nunca lo había sentido.

Aparece Leonard como lo conocí la primera vez, en una ceremonia de Peyote en su casa donde ambos observamos un valle oscuro desde el porche de su casa. Hay algo en la oscuridad que emana desde ese pequeño valle, además de todas las estrellas de los cielos navajos.

“Sí”, dice, como si me oye, “Siempre está oscuro, así, por ahí”.

La noche que murió me recordó y me mostró ese pequeño valle oscuro. Esta vez emanaban llamas violetas volando desde la oscuridad hacia el cielo. Vuelos triunfantes de hecho, llamas volando libres.

“Hay que sacarlos de allí, liberarlos”, dice el fantasma de mi hermano. Ambos estamos mirando hacia el valle de nuevo, donde la espesa oscuridad todavía domina.

“¿Te refieres a los que todavía están en la oscuridad?” Pregunté.

Antes de desaparecer dice: “Están reteniendo a los vivos”.

En esencia Leonard vino a decirme que el Aro Ancestral está obstruido por los muertos que no se van. El oír eso de un Curandero Navajo es algo especial.

En las comunidades donde las historias de antepasados y muertos están en la vida cotidiana, un evento como el anterior recuerda a los miembros de la comunidad que deben cuidar a sus difuntos.  Las “visitas” de los muertos recientes, los eventos y prácticas de duelo, las celebraciones por los muertos, las peticiones de y para los difuntos, y todo tipo de luces, velas y ofrendas, hacen mucho más que agitar el sentimentalismo espiritual.  

En este altar, como en muchos, los antepasados están en todo lo que hacemos: curaciones, meditaciones, enseñanzas, todo. Nuestros difuntos pueden ser el evento principal o una adición a cualquier evento, o los antepasados simplemente pueden ser nombrados y honrados. Los antepasados forman un aro con nosotros, los vivos, y a veces las almas permanecen en el aro demasiado.

Esto resulta en la necesidad de una curación constante de la sangre.  La mayoría de las veces, los antepasados son la clave para sanar o proporcionar respuestas, y de alguna manera, la clave del poder necesario para enfrentar la situación.

Aquellos de nosotros que tenemos a los antepasados en nuestro vocabulario, escuchamos juicios sobre la funcionalidad de venerar a nuestros antepasados, como que acusarnos de vivir en el pasado, tratando de aferrarnos a tradiciones huecas y vacías. En las últimas dos o tres décadas, sin embargo, ha sido la ciencia la que vino a validar nuestras tradiciones, a validar la verdad de nuestra herencia de sangre, la realidad que nuestros antepasados murieron para defender y transmitir.  Estén atentos: La Parte 2 de La Tristeza Del Aro Sagrado llega la próxima semana con sugerencias sobre lo que podrías hacer.

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